domingo, septiembre 11, 2005

EL LIBRO MUERTO DE LA JUSTICIA.


La verdad acerca de la justicia chilena, mas alla de los aciertos o las equivocaciones de sus "seudos" legisladores, se condice con la pobre especualcion de una letra positiva muerta, destinada al fracaso por extemporanea y fuera de foco. Ni siquiera las nuevas reformas han podido encontrar la huella de un mundo que avanza vertiginosamente , frente a una justicia imortalizada en la palestra del olvido y eso sin mencionar la letra explicita que parece estar sacada de los textos que mostraban un planeta chato en torno alcual giraban planetas segundones.
Esta reflexion esta de moda en chile, por cuanto desde el mas modesto de nuestos compatriotas hasta el mas ilustrado(hay poquitos) perciben que la justicia en la ley chilena no existe y no por un tema de carga valorica en sus normas o la ineficacia de sus procedimientos solamente, sino que fundamentalmente en la poca cercania con el espiritu de la "corrspondencia" , concepto que respeta la distribucion, por considerarla propia e inerente a cada individuo.
Si Santo Tomas de Aquino, trato de racionalizar la fuente de la justicia , aspirandola de precisamente de un mundo hoy considerado mitologico, porqué es para nuestros jurisconsultos tan dificil dar a cada uno lo suyo aun cuando el marco , el rayado de cancha estan dados?, porque en el 2005 vemos en Chile gente tratada con la indeferencia de una letra muerta que permite el abuso , la corrupcion y el conflicto como bases de un posible avenimiento en proseso judicial?, porque hay victimas que sufren incluso mas a posterior del echo delictivo, al ver a sus cancerberos merodar por la casa como ratones ultrainvencibles frente al veneno?.
Los dardos apuntan a este libro muerto de una justicia olvidada, incluso aveces atendida como enfermo terminal o como el abuelito del asilo visitado casi nunca por sus familiares; la ley y sus modificaciones hoy representadas en sus reformas penales , familiares y otros parecen atarctivos y modernos, pero no reflejan el espiritu fundamental de la institucion primera que dignifica a este hombre cuando se obliga a reconocer al otro.
Si nos quedamos esperando indeferntes, a que un par de orates que en segundos de vaga lucidez dispongan que como debe repartirse la dignidad, la reparación o los perjuicios continuaremos lamentado esta realiadad, en cambio si tomamos el ejemplo tomasiano de imanizar este libro puesto en el olvido hacia nuestra penosa circunstancia , acarreando todo esa energia vital que se encuentra en el espiritu y no en la letra, podremos leer adecuandamente un entorno que se dispara a una velocidad hoy inalcansable a los ojos de nuestra lenta y pobre lex.

2 comentarios:

Roberto Iza Valdés dijo...
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Roberto Iza Valdés dijo...
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