mal aprendizaje

Con muy poco asombro he recibido las distintas opiniones que circulan respecto del nuevo santo padre Benedicto XVI. Ello por cuanto el análisis simplista y vacuo de lo que potencialmente podría producir la tendencia “ortodoxa” u “fundamentalista” de este nuevo papa no es mas que el reflejo del “pensamiento débil” de la post modernidad en la que vivimos. Esta misma tendencia que hoy plantea la “muerte de dios” y la “muerte de las utopías” por la espada de la conciencia humana , inmortal y omnipotente ,y celebra el triunfo del “progreso” que a través de la técnica y la ciencia, controlan todo nuestros procesos, no ha finalizado sino en un relativismo secular causante del “vació” en las directrices del hombre ; produciendo este “desencanto” que los teólogos han denunciado con tanta fuerza sobre todo en el tercer mundo. Hoy vivimos un mundo pluralista donde deben coexistir todo tipo de planteamientos y opiniones , lo cual es aceptable y necesario , pero lo desalentador es que sus argumentos son puramente formales ,sin contenidos y donde el único valor (aparte de la estético)es el pacto infinita de no agresión , la cual asegura la supervivencia de todas (por lo cual incluso el ateismo respeta a las religiones) , requisito de la existencia de toda forma de pensar postmoderna.

Este hombre nacido en un olvidado(hasta hoy) pueblito alemán(Marketl am Inn) , es un un pensador , un teólogo excepcional, uno de las fuentes del concilio vaticano II, un pastor necesario para una iglesia que lucha por dejar atrás el “absolutismo religioso” y el “farisaísmo” como armas de lucha de nuestros tiempo; pero ello no significa un adecuamineto plástico y vació de la iglesia ha esta postmodernidad, puro y simple, con reformas que buscan como una candidatura política callar cualquier requerimiento de intereses personales o banales, dejando de lado los postulados primeros, viviendo un festival de hipocresías que terminan por “legitimar” situaciones irreconciliables con el espíritu y la propia naturaleza humana.

En la homilía previa al conclave, el nuevo papa, denuncia el avance del relativismo y la autosuficiencia como elementos presentes en decisiones políticas , sociales, morales, económicos o de cualquier índole , situación contrastada el día de su proclamación donde pronuncia palabras de una profundidad y alcance formidables , muy poco valoradas por la prensa y los “opinolgos” de turno, lo cual sin embargo no proyecta sino la misma superficialidad con la cual se han adolescentemente tratado diversos planteamientos y artículos de este teólogo. Es cierto que en su papel de celador de la doctrina, la fidelidad a ella puede conducirlo a un fanatismo por las “formas reliogiosas”(absolutismo religioso) lo cual constituiría la otra cara de la moneda de una conciencia de la facticidad, nociva para el acercamiento con un cristo “histórico” tan desconocido incluso para los propios creyentes, que nos permite esta mas cerca de la realidad.

Pero Benedicto XVI, no solo encomienda sus funciones a las directrices de su conciencia, sino también a nuestras oraciones a dios en otro claro ejemplo de la humildad de un “labrador del viñedo del señor”, que estoy seguro nos sorprenderá.

Parece que el hombre después de 2000 años no ha aprendido la lección heredada por un hombre crucificado injustamente por la osadía de otros hombres , de pretender juzgar sin tener la mínima convicción de saber porque lo hacen.